Las condiciones actuales del comercio internacional enmarcadas en la crisis sanitaria del COVID-19, generaron un espacio de desafíos y oportunidades para el sector servicios, y en especial para los servicios globales frente a una aceleración de la atomización y digitalización de las diferentes tareas.
El factor humano, así como la creación, fidelización y retención del talento es clave a la hora de pensar en una estrategia focalizada en transformar al país en un gran cowork mundial. La única limitante en el sector servicios globales pasa a ser las capacidades de la persona que está detrás de la computadora haciendo su trabajo.
Asimismo, aquellos factores que hacen un entorno de negocios estable y previsible son esenciales para la atracción y retención de operaciones a nivel local. Avanzar en la concreción de nuevos acuerdos tributarios con otros países también es un factor clave del sector para lograr mayor y mejor acceso a los mercados. En definitiva, trabajar en un ambiente de negocios que favorezca la atracción de inversiones extranjeras pero también que promueva el desarrollo de los emprendedores locales.
Un factor diferenciador a la hora de definir la estrategia de un país en la promoción de servicios muchas veces está asociado con las acciones concretas que se implementen para avanzar en investigación y desarrollo en el sector.
Bajo este marco, surgen oportunidades en sectores de servicios tales como arquitectura e ingeniería, producciones audiovisuales, biotecnología, ciberseguridad.
Quedó claro que al pensar en industrias, empresas, éstas deben estar focalizadas en una estrategia de apertura hacia el mundo.