Mucho se está hablando sobre el potencial de un medicamento llamado cloroquina y una de sus variantes, la hidroxicloroquina, como tratamiento del COVID-19. Las dudas surgen a partir de noticias en WhatsApp y tuits donde se lee y comenta el éxito de algunos experimentos que se están haciendo al respecto.
Todoaqui.uy te hace un resumen sobre lo que se sabe hasta el momento.
¿Qué son la cloroquina y la hidroxicloroquina y qué resultados tienen contra el COVID-19?
La cloroquina es un medicamento que se utiliza como tratamiento contra la malaria y también para reducir la inflamación en casos de lupus y artritis reumatoide. La hidroxicloroquina es una variante de ese medicamento que se empezó a utilizar al ser mejor tolerada que la cloroquina original.
Recientemente se ha empezado a estudiar si podría ayudar a combatir el COVID-19. De esos estudios, se ha compartido mucho uno que asegura que combinando la hidroxicloroquina con otro medicamento llamado azitromicina (un antibiótico de amplio espectro) se ha logrado curar al 100% de los pacientes tratados.
Un estudio que hay que considerar con mucha cautela
El problema es que ese estudio que ha dado resultados tan esperanzadores no tiene calidad suficiente como para celebrar sus datos todavía. Para empezar se trata de un estudio muy pequeño en el que solo participaron 20 personas.
Además, cuando se empezó a comentar y a celebrar, este estudio todavía no había sido publicado en una revista científica que hubiese pasado una revisión por otros científicos, sino que era lo que se llama un preprint, una publicación provisional a la espera de que el artículo sea validado y publicado en una revista científica.
Ahora sí que está publicado, algo que ha ocurrido llamativamente rápido (un artículo puede tardar meses en publicarse en una revista científica, ya que debe someterse a revisiones, cambios y nuevas revisiones hasta que los editores consideran que cumple con los estándares de calidad suficientes), especialmente si tenemos en cuenta que su pequeño tamaño reduce la relevancia de sus conclusiones. El hecho de que uno de los autores de este estudio sea editor jefe de la revista donde finalmente se ha publicado ha arrojado muchas dudas sobre el proceso seguido.

Esto no quiere decir que los resultados obtenidos por la hidroxicloroquina no sean reales, sino que es todavía demasiado pronto y sabemos demasiado poco como para confirmar o desmentir sus efectos.
Por su parte, un artículo publicado en la revista Science indica que una guía publicada por la Sociedad de Medicina de Cuidados Intensivos de EEUU señala que «no hay pruebas suficientes para emitir una recomendación sobre el uso de cloroquina o hidroxicloroquina en adultos críticos con COVID-19».
Además, la Sociedad Internacional de Quimioterapia Microbiana (ISAC por sus siglas en inglés) ha publicado un comunicado en el que «considera que el artículo no cumple con el estándar esperado por la sociedad, especialmente en lo que respecta a la falta de mejores explicaciones sobre los criterios de inclusión y el triaje de los pacientes para garantizar su seguridad. Aunque el ISAC reconoce que es importante ayudar a la comunidad científica publicando rápidamente los nuevos datos, esto no puede ser a costa de «reducir el escrutinio científico y las mejores prácticas».
En cualquier caso: no protege de la infección
Hace falta como decimos más investigación que confirme el potencial de este medicamento como tratamiento ante el COVID-19. Sin embargo, lo que se está analizando es si podría servir como tratamiento en los casos más graves de la infección. En ningún caso se considera que pueda proteger a las personas sanas de contraerla.

Por eso es importante que no se compre este medicamento en las farmacias de forma preventiva, ya que se puede desabastecer a pacientes de otras patologías que sí lo necesitan como tratamiento.
Siempre bajo prescripción y control médicos
De hecho, la combinación de ambos medicamentos tomada sin control médico puede tener repercusiones negativas para la salud e incluso provocar arritmias o la muerte repentina si se están tomando otros tratamientos o se sufren otras enfermedades.
Por ese motivo, si bien es posible que la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina sea un tratamiento eficaz para algunos casos de COVID-19, no hay evidencias suficientes de ello todavía y por lo tanto solo debe seguirse bajo prescripción y control médico.
Además, aunque la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) considera la cloroquina y la hidroxicloroquina una estrategia terapéutica potencial contra COVID-19 pero «el nivel de evidencia todavía es bajo y basado en los datos preclínicos y de seguridad en otras indicaciones» por lo que prioriza su uso sólo para el «tratamiento de pacientes ingresados con neumonía. No se aconseja iniciar tratamientos en otro tipo de situaciones clínicas fuera del contexto de ensayos clínicos autorizados».