El día 7 de Septiembre es una fecha conmemorativa que recuerda la declaración de la Independencia de Brasil, realizada el mismo día en 1822. El mal tiempo provocó que en varias ciudades de Rio Grande do Sul no se realice el desfile tradicional.
El 7 de septiembre es una de las fechas conmemorativas más importantes de Brasil, justamente por abrigar uno de los principales acontecimientos de la historia del país norteño: Su Independencia fue un día como hoy, en 1822.
Don Pedro dio inicio a la trayectoria como nación independiente. Actualmente, el 7 de Setiembre es un feriado nacional que es marcado por conmemoraciones públicas en las grandes ciudades.
Historia
La Independencia de Brasil ocurrió el 7 de septiembre de 1822, cuando supuestamente Don Pedro (futuro Don Pedro I) proclamó el grito de la Independencia en las márgenes del Rio Ipiranga, en la actual ciudad de São Paulo. Con ello, Brasil rompió su conexión con Portugal y se consolidó como nación independiente.
La Independencia fue el resultado de un proceso de desgaste en las relaciones entre los colonos brasileros, sobretodo de la élite, con Portugal. Eso tuvo relación directa con la Revolución Liberal de Porto de 1820, pero podemos considerar que todo comenzó con la transferencia de la familia real portuguesa para Brasil, en 1808.

La transferencia de la familia real fue una consecuencia de la Era Napoleónica y motivada por la invasión de Portugal por las tropas francesas. La mudanza de la familia real portuguesa hacia Rio de Janeiro fue, por tanto, una fuga. Después de instalarse en Rio de Janeiro, se inició lo que fue conocido como Período Joanino.
Ese nombre hace referencia a Don João VI, regente que estuvo al frente de Portugal e se tornó rey portugués a partir de 1816. En Brasil, Don João VI realizó una serie de medidas que contribuyeron con la modernización de Brasil, promoviendo el desarrollo económico y florecimiento cultural y artístico.
Dos medidas a destacar fueron la apertura de los puertos, en 1808, y la elevación de Brasil a la condición de reino, en 1815. Con esa última medida, Brasil dejó de ser una colonia y se tornó parte del reino portugués. Esa situación, sin embargo, desagradaba a muchos en Portugal. Así, en 1820, estalló la mencionada Revolución Liberal de Porto.
Esa revolución movilizó a la élite de Portugal por el deseo de reformas en el país, que incluían el retorno del rey a Lisboa. El punto de partida para el proceso de independencia de Brasil fue, sin embargo, la intención de la Corte portuguesa (institución al frente de esa revolución en Portugal) de derogar todas las medidas tomadas por Don João VI durante el Período Joanino.

Fue debido a la posibilidad de recolonización en Brasil que comenzó nuestro proceso de independencia. La élite económica del país, en este caso, la élite del sudeste, no aceptó esta posibilidad porque afectaría sus intereses económicos. Las negociaciones se prolongaron durante 1820 y 1821, pero a partir de 1822, el sentimiento separatista comenzó a ganar fuerza.
Quien encabezó la independencia de Brasil fue el Príncipe Regente Don Pedro. A medida que la situación se volvió irreconciliable, el príncipe fue persuadido para liderar el proceso de independencia de Brasil. El 7 de septiembre de 1822, la situación resultó insostenible y el regente declaró su independencia.

Es importante decir que nuestro proceso de independencia no fue pacífico, ya que hubo resistencia, lo que resultó en batallas en lugares como Bahía, Pará y Cisplatina (actual Uruguay). Las llamadas tropas «brasileñas» ganaron y lograron someter a los movimientos de resistencia.
Portugal finalmente reconoció nuestra independencia en 1824, después de que los ingleses mediaran un acuerdo entre brasileños y portugueses. Brasil, como nación independiente, se organizó como una monarquía y Don Pedro fue aclamado y coronado emperador de Brasil. Así, a partir de 1822, comenzó a ser Don Pedro I.